martes, 2 de agosto de 2011

1:Keep calm; 2:Lay down; 3:Think that not all the things are going wrong; 4:Smile.

Es difícil ver con los ojos de otro, es algo que el humano lleva intentando desde siempre, desde que es un inocente feto hasta que es una masa irregular de arrugas. Todo el mundo quiere que el resto de gente vea con sus ojos, que vea lo que ellos ven, comprender su punto de vista. Parece imposible convencer al otro de ponerse en tu lugar. Unas lágrimas no valen, tampoco una sonrisa. Nada es suficiente para hacer comprender. Y entonces, se da el gran problema de la humanidad. Nadie comprende a nadie, nadie es demasiado tolerante, todo el mundo tiene un límite que con frecuencia suele ser limitado por muy poca paciencia. Luego están esas personas que parecen tener todo un corazón lleno de paciencia, sus almas parecen esperar al momento ideal. Quizás todas nuestras almas esperan ese momento, pero unos lo vemos y otros no. La paciencia que tienen unos pocos, la impaciencia de otros. La calma y el nerviosismo. Algunos piensan imposible vivir al lado de alguien que no es como ellos. Dejé de entender a los que no entendían hace poco. Tampoco dejo que mi intolerancia, con valores escasos, ataque al resto de la humanidad. Simplemente dejo en mi rostro marcada la indiferencia. Ya no me importa demasiado lo que otros piensen de mí. Si queremos vivir en el mundo tenemos que ser tolerantes, porque sino empezaremos una gran guerra mundial, otra vez.
El otro día pensé en odiar a una persona que hirió mis sentimientos, pero rectifiqué. No. No debo odiar. ¿De qué sirve?, yo sólo ganaría disgustos, venganza y mal estar, me sentiría con el corazón negro, infestado. No necesito esas cosas en mi vida. Lo único que debo hacer es amar y dejar a los demás tranquilos, porque quizás esa sea la mejor manera de vivir el poco tiempo que permanecemos aquí. Todo esto lo digo después de haber sufrido bastante. Soy joven, he llorado y sufrido por algunas personas; pero no puedo estar ahogada en el mismo vaso todas las noches. Se trata de seguir buscando, hasta encontrar la ensencia que impregna el corazón. El mal olor de un recuerdo pasado y doloroso se olvida, tarde o temprano, pero nosotros lo podemos hacer más fácil o más difícil. Podemos encerrarnos en nuestra habitación, pasar allí todas las horas, llorando, odiando, lamentándose; o salir y buscar nuevos horizontes. Salir a explorar. Buscar las motivaciones necesarias para seguir y, si no olvidar, apartar los malos recuerdos. El pasado es una mala compañía, no podemos dejar que nos coja de los pies y nos impida avanzar. Todo esto parece complicado de ver en una situación de confusión o mal estar sentimental, pero creedme, cuando se consigue abrir los ojos uno se da cuenta del tiempo que ha perdido llorando. Lo creáis o no, es vuestro problema, ya os daréis cuenta.
Lo más importante en el mundo de una persona es la persona. Yo seré la única que no me fallaré a mí misma. El resto del mundo, el resto de personas, pueden seguir cayendo, yo puedo seguir ayudándoles, yo puedo seguir mirándolos, pero nunca caer junto a ellos. Viendo el mundo girar desde los ojos y no implicándose demasiado en él. Amar cuando se sienta, reír, llorar, pero dejar todo atrás conforme se anda. Se trata de buscar buenos recuerdos y guardarlos a llave hasta que tengamos arrugas. Mantener siempre que podamos la sonrisa, y si no nos apetece sonreír, pues no sonreír, pero siempre con un pie por delante, sabiendo que delante hay una salida, más lejana o más cercana, más fácil o más difícil.
Es simple, más simple que todo esto. Se trata de buscar la felicidad sin atestar la felicidad del otro. Vivir una vida sin inmiscuirse en la vida de otros. Es la clave de todo. Y, no os preocupéis si amáis y no os aman, como decían The Beatles: "Al final, el amor que recibes es el amor que das". Así que, dad todo el amor que podáis, odiad lo menos posible y vivid tranquilos. No hay prisa. Andad en vez de correr, sentáos a descansar de vez en cuando. Cerrad los ojos cuando las cosas no vayan demasiado bien y esperar a la tormenta, sed valientes.

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