martes, 24 de agosto de 2010

Que deprimente...

Hoy he pintado mi habitación, no parece nada interesante, pero estaba pensando lo siguiente.
Mi habitación en un principio era rosa clarito (desde hace años, la verdad) y la he pintado de verde aguamarina. Mientras la pintaba, me daba cuenta de que poco a poco estaba tapando el rosa, cada vez más y más, hasta quedarse en la nada. Es como si yo misma me traicionara porque el rosa siempre me acompañó en mi vida, la verdad es que me encantaba ese color (ya no tanto) y ahora es como si lo quisiera olvidar. Como si quisiera borrar parte de mis recuerdos, de mi vida. No es solo el color de la pintura, es cada uno de los arañazos, agujeros y pintadas en ella. Imaginemos por un momento que no es una habitación, ni la pintura que tiene. ¿Y si fueran personas? ¿Y si fueran personas que estuvieron en mi vida? ¿Olvido a todos lentamente? Supongo que a veces las cosas tienen un final trágico, pero suena tan deprimente olvidarlos a todos. Como si fueran la nada, como si nunca hubieran existido, como si fueran la pintura que se tapa de una habitación...

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