martes, 21 de diciembre de 2010

New born

Hoy lo he sentido.
He sentido miles de impulsos eléctricos recorrer mis venas y desembocar en mis extremidades. He sentido montones de llamativas luces parpadeando ante mis ojos a una velocidad que no creeríais. He sentido palpitar mi corazón al ritmo de las notas de un solo de guitarra. He sentido los sonidos más bellos y extraños que podáis imaginar. Mis pies han tenido la oportunidad de recorrer los paisajes más recónditos de este mundo. Mi paladar ha viajado por un mundo de sabores increíblemente delicioso.
[Tic, tac]
Pero el tiempo no perdona ni un solo segundo que usamos en dar un paso. Es por eso que nos tenemos que dar prisa en prepararlo todo para la recta final, hasta último hálito. Es el impulso que se coge en un salto, y cuando estás en el aire te quedas ahí, suspendido a varios metros del suelo. Es volar más rápido, tan rápido que ni te das cuenta. Es ser más veloz que la luz, más brillante que el sol, más grande que la vía láctea. Es sentirse especial con una mirada, un gesto, un roce. Una risa pícara entre una sonrisa sencilla. Unos ojos suplicantes de deseo tras una cortina de miradas tímidas. Escondida entre charcos de inocencia guarda cuidadosamente su lujuria el alma. Pero alguien desató el nudo, fregó el suelo, limpió la superficie de pretensiones. Ahora solo queda verdad en estado puro. Brillante mineral al descubierto.
[Tic, tac]
Una última mirada al reloj antes de partir. Una última mirada en el espejo para comprobar cuán rápido envejeces. Y tus pies se posan en el mundo exterior, lleno de escondrijos y ocultaciones. El sudor despistado cae sobre tu frente limpia y seca. Tus ojos se sienten cansados, nublados, la vista te falla. Sigues respirando cada vez más rápido. Ya no miras el paisaje, ya no ves a las personas, ya no observas el ambiente. Sístole, tus ojos buscan desesperados el nuevo destino material al que agarrarse con tu corazón superficial. Diástole, lo encuentras y lo atrapas con unas manos ansiosas, las garras del cerebro te perturban. Tus pupilas dilatadas pueden sentir en libido que les provoca su nueva presa, víctima fácil y eficaz. Esclavo del materialismo, la libertad no se ve más allá de tus posesiones. Rompe las cadenas, agujerea la pared, destruye los barrotes. Huye o será demasiado tarde...
[Tic tac]
Tus piernas te quitaron la libertad que poseías, todas tus cosas materiales no te sirven ahora de ayuda. Tu llanto es un continuo lamento suplicante. Pretendes recuperar aquello que no supiste conservar. Un triste lecho es tu compañía más cálida. La materia se derrite a tu alrededor, su poseedor ahora está cubriéndose en la miseria. La más oscura de las tinieblas te espera ansiosa en su negro vehículo. Te están vigilando, no puedes esconderte. No puedes ocultar tu último aliento.
(Se escucha un suspiro)
La explosión más silenciosa que ha tenido lugar nunca jamás. El trueno más sigiloso que se haya podido escuchar. Nadie ve, nadie oye, nadie siente. El reloj sigue contando las horas...
[Tic, tac]

sábado, 6 de noviembre de 2010

Sábelo.

Tras la cortina de lluvia contemplaba las miles de gotitas de agua a través del cristal de la ventana. Se sentía tan grande, parecía fascinarle ser más grande que una gota, tan indefensa... Pero también le fascinaba la inmesidad de los destrozos que muchas gotas pudieran provocar. En sus ensoñaciones aún estaba cuando una gota irrumpió justo en el centro de su campo visual. Se chocó con el cristal y ahora parecía una pompa aplastada, su cuerpo ahora se esparcía en otras gotitas más pequeñas, muriendo ella misma. Qué vida tan corta la de las gotas de agua. Sus pies blancos como la nieve estaban fríos, por fin se levantó, sus rodillas profirieron un crujido cual bisagra oxidada por el tiempo. Si las gotas de lluvia tenían poca vida, la suya peligraba aún más. Abrió la ventana y no lo pensó, se sentó en el afeízar de ésta. Allí hacía más frío, pero eso ya no tenía importancia. Se acordaba de sus delicadas facciones y se miró en el cristal. Su reflejo le asustaba, estaba tan estropeada, sus ojeras, sus ojos cansados, toda ella ahora era un monstruo. Tan solo una semana atrás se sentía bella, sus mejillas blancas eran rosadas, sus ojos negros eran del color de la miel y esas ojeras, antes eran inexistentes. Cuán delicado podía ser el alma. Y su corazón, reflejo de la oscuridad de sus ojos, tan solo era una mancha en el cuerpo. Lo único que ella se seguía preguntando era: ¿Por qué? Tantas cosas que ella no entendía, por qué sería todo tan difícil... Estaba tan sola, tan triste. Ni siquiera hubo una persona sola que intentara sacarla de ese abismo tan negro. Se preguntaba si alguien más pensaba en ella. Su vista de turbó y ahora no veía nada. Estaba ciega por un momento. ¿La oscuridad invadía también la realidad? O quizás se estaba volviendo loca, quién sabe. Algo se movía en su cara, unos dedos quizás.
 Sus manos de porcelana tantearon esos posibles dedos, aparentemente al tacto también lo parecían. ¿Era todo un reflejo de su imaginación? Fuera como fuese, parecía muy real. Tocaba sus manos, eran muy suaves y algo mas grandes que las de una chica. Antes de que abriera la boca, él le quito las manos de los ojos y ella le miró. No le dió tiempo a mover sus labios congelados. Él solo la besó, la besó dulce y delicadamente, como si fuera una muñeca o un objeto delicado. Sus labios, hasta ahora fríos y morados tomaron su color rojo natural y pasaron a un estado algo menos frío. De nuevo sus mejillas se colorearon con un fantástico rojo pasión, imersa en esa sensación, sus ojos cerró. Cuán maravilloso era todo ahora. A pesar de ser unos labios nunca antes probados, una piel nunca antes tocada, unos ojos nunca antes mirados, todo le parecía ser perfecto.
-No abras los ojos.
Dejó de besarla y ella hizo tal cual él le dijo.
-Solo quería decirte, que no estás loca y que yo no soy un espejismo, te lo aseguro.
-Pero...
-Shh. Solo escúchame. Quiero que sepas que quien nunca te abandona es quien de verdad te quiere.
Antes de que ella pudiera decir una alusión más a sus palabras, él mencionó su última frase.
-Te quiero, sábelo.
Volvió a abrir los ojos. Encontró vacío y oscuridad unidos de la mano. Pero se miró de nuevo en el cristal. Sus colores, sus ojos, volvían a estar como antes. Y su corazón antes muerto, ahora desbocado cual esquizofrénico. Su piel delicada y blanquecina ya no estaba congelada. "Te quiero, sábelo", "Yo también, a pesar de no saber de tu existencia, creo en ti"...

lunes, 25 de octubre de 2010

Él...


Tras mis pasos la niebla y delante una puerta, había dos opciones, abrir la puerta o huir a la oscuridad, quizás dudé un instante, pero apenas pasó ese segundo decidí abrir la puerta. Y ante el chirrido de las bisagras oxidadas una luz cegadora me hirió las pupilas, acostumbradas a la oscuridad de la estancia. Una vez dentro de la habitación, aparentemente vacía me fui acostumbrando a esa luz cegadora y brillante. Apenas pude ver algo, aprecié que la habitación no estaba amueblada ni había nadie allí. Como movida por un resorte miré hacia arriba, tal fue mi sorpresa que caí de espaldas al suelo frío y duro. Habia mesas en el techo y aprecié a una persona también. Estaba de espaldas, así que solo pude saber que tenía el cabello negro relativamente largo. No sé como mis pies empezaron a hacerse más y más ligeros hasta que mi cuerpo entero flotó y como si la gravedad cambiara de posición, choqué contra el techo, que ahora era el suelo. Sentí el dolor real del impacto en todo mi cuerpo, apenas podía moverme. La otra persona se giró y me ayudó a levantarme tendiéndome su mano fría como el hielo, pero aun habiéndose girado no le reconocía el rostro, era como si no tuviera, me era muy familiar y a la vez desconocido, tanto que lo tuve que olvidar... Cuando se inclinó, sonó un estallido y justo en ese momento caí al suelo de la realidad, tras un largo tiempo de letargo.
Nuria Ryden Ross Fletcher

domingo, 3 de octubre de 2010

Me siento como el polo negativo, unida a tu polo positivo...(L)

Son los ojos sinceros y profundos con los que me gusta mezclarme, caer al vacio dentro de ellos y jugar con su color castaño y sus tonos miel, tan dulces como el azucar... Son los ojos más preciosos que he visto nunca... reflejarse en ellos es como tocar la luna, como sentir que la brisa suave del mar te acaricia el pelo... mesándolo, suavemente. Tus ojos no son la perfección, la superan de tal manera que volverían loca a cualquier persona.
De echo, lo único bonito de los míos son dos cosas... o bien el reflejo de los tuyos o bien.. observarte... Que no se queda atrás, pues observarte debe de ser la profesión más apasionante del mundo....
El chocolate, el color de tu pelo a veces pienso que tu pelo esta hecho de caramelo, caramelo con chocolate, a veces pienso, que quiero comermelo...Tu pelo brilla como el chocolate recien hecho, como la primera sonrisa de un recien nacido, como la primera estrella fugaz que una persona vé, como el primer te amo dicho de corazón... Quisiera decirte tantas cosas,pero de ellas una sola
me importa, y es que... te amo...como cuando se regala una rosa.. pero más aún porque cuando caminas mis ojos van detrás tuya, cuando hablas me derrito detrás de las palabras... Y si me miras.. me vuelvo loca, tras mi sonroje de mejillas y mi corazón deslocado.

Nuria Ryden Ross Fletcher

jueves, 16 de septiembre de 2010

:)

De nuevo vuelvo a no tener ni idea de qué escribir, pero os pondré algunas cosas. Lo primero, un par de frases que se me ocurrieron esta mañana y que están inspiradas en una persona muy especial a la que quiero mucho..: "Busca cada día un nuevo motivo,
para seguir su vida sin sentido,
piensa que está bien y no es más que un espejismo."
Esta persona sabe quien es, así que no daré más información, solo decir que si me lees, que te quiero mucho...
Y bueno, después de esto, quería añadir unas imágenes, que me han parecido preciosas y que querría compartir con quien amablemente me lee.
I need you... Te necesito... !Qué bellas palabras¡ Parecen a veces tan insignificantes cuando las vemos desde fuera y sin embargo, cuando nos lo dice esa persona... podemos ver un mundo a través de esa frase...







"Sé feliz por este momento, este momento es tu vida." No hay nada más inteligente que ser feliz, solamente porque es tu momento, es tu vida...










Mantén la calma y sonríe por favor... Otra bella composición de palabas... A veces una sonrisa lo dice todo, a veces una sonrisa puede significar un te quiero... a veces una sonrisa puede significar un lo siento... Pero lo importante de esto, es que significa algo, no están vacías, todas las sonrisas están llenas de sentimientos que circulan por nuestro corazón...











Tú haces que mis sueños se hagan realidad... Sin duda estas son las palabras que diría cualquier enamorado/a... Sin duda se trata de esa persona que no puede vivir sin otra... Que sin esa persona muere, que sin esa persona no puede respirar, que necesita a esa persona para vivir... No hay nada más bonito que el amor sea correspondido, pero muchas veces no lo es, y hace daño, no por eso quiere decir que no existe ese alguien que lo daría todo por estar a tu lado... Es simplemente buscar, a veces está justo a tu lado...

Tú eres la única excepción... Esta se puede digamos traducir de muchas maneras... Hay muchas excepciones en cosas diferentes, así que simplemente lo dejaré en el aire... Que cada uno piense lo que quiera sobre esto...







Prométeme que nunca me vas a olvidar, porque si yo pensara que lo podrías hacer, no me iré...
Prefiero que esta frase hable por sí misma...


Te quiero... ¿Para que hablar más?












Desde que te conocí, me siento perfecto todos los días...
La de cosas que el amor puede transformar en este mundo tan loco...








Nadie te sustituirá... Esa persona será la que más vas a amar en toda tu vida... Nadie podrá ocupar ese puesto nunca más... ese puesto es de esa persona...








¿Eres feliz? Solo debemos contestar a esta pregunta para descifrar todo un mundo... El mundo que nos pertenece...















Bésame, mátame...
Prefiero no decir nada más, habla por sí sola...










Abrázame... ¿Qué hay más acogedor que un abrazo? Un abrazo bajo la lluvia, en invierno, verano... cualquier día, a cualquier hora... Un abrazo siempre nos reconforta... y siempre reconfortará más o menos dependiendo de quien nos lo de...








No tienes ni idea de lo rápido que va mi corazón cuando te veo...
¿No es precioso? :)







Bueno... y aquí acabo por hoy, espero que os haya gustado y bueno, otro día escribiré algo mejor, hasta entonces, sed felices y disfrutad de todo cuanto tenéis, pues otros no lo tienen y lo desearían :)
Nuria Ryden Ross Fletcher

miércoles, 15 de septiembre de 2010

!Viva la confusión¡

Sé que hace tiempo que no escribía, pero es que realmente no apreciaba nada importante sobre lo que escribir. Hoy supongo que una luz cegadora de inspiración a venido a visitarme, pero no solo en plan literario, sino con sentido y sobre un tema real. Como tema principal se me había ocurrido escoger la confusión. Parece un tema sencillo, pero en el fondo no lo es ni mucho menos, ¿sabemos alguna vez con certeza qué haremos en el futuro? Nunca. Sé que puede ser precipitado, vivir pensando en el futuro, pero a veces no queda otra que hacerlo. Hay veces en que si no se piensa en el futuro, se siente inseguro. Al fin y al cabo, lo hacemos la mayoría del tiempo, así que pensaremos en él una vez más si os parece bien.
Bueno, hablábamos de la confusión. La confusión humana. !Qué horrible juego para nuestros cerebros y nuestros corazones¡ !Qué terrible maltratador de almas¡ Desde que salimos del vientre de nuestras madres hasta que exhalamos el último suspiro, desde que aprendemos nuestras primeras palabras hasta que cerramos los ojos para el sueño eterno, siempre estamos confusos. Pequeños, grandes, con sonrisas inocentes o malévolas, con arrugas o sin ellas, todo el mundo, supongo que es una de las similitudes que tenemos todos en común. Pero centrándome en lo básico del tema, yo creo (desde mi humilde punto de vista), que esa confusión viene de no saber si seguir el camino que te muestra el cerebro o el camino que te muestra el corazón, supongo que el problema está en que normalmente suelen ser opuestos y nunca coinciden, eso lleva a la gente a la locura, y a veces, al mismo suicidio. ¿Suena exagerado? No lo es ni mucho menos. Casi todos nuestros problemas se deben a esa confusión. ¿De qué nos quejamos entonces? Lo que nosotros necesitamos es saber escoger. Toda nuestra vida se basa en escoger. Solo que unas veces se tiene que escoger con el corazón y otras con el cerebro, pero... ¿Cómo sabemos cuando es lo uno y cuando es lo otro? De nuevo nos toca escoger... Y así, una decisión tras otra, a veces acertada y otras veces no. Aunque si nos equivocamos, nos sentimos mal, nos sentimos unos fracasados, pero bueno, somos humanos, ¿no? Algunas veces acertamos y otras no, algunas veces ganamos y otras perdemos, no todo puede ser como nosotros queremos... A veces será como otros quieren, y así pasan los años, de cortas o largas vidas, exitosas o fracasadas. Aunque si algo tengo claro es que siempre tendremos más en cuenta los errores que los aciertos. ¿Por qué es eso así? ¿A qué creéis que se debe? Quien sabe... Quizás no sea nada más que una niebla que creamos nosotros mismos, para cegarnos, para tapar nuestros ojos... Siempre hay que intentar esforzarse, cierto es que hay que tener en cuenta los errores, para repararlos, aprender y no volver a cometer los mismos fallos, pero también de los logros se aprende, y también hay que tenerlos en cuenta. Por todas estas cosas, uno tiene que seguir viviendo, esperando ver lo que la vida tiene que ofrecer. Lo más importante es asegurarse de no caminar solo, la soledad siempre será una mala compañía, ante todo, ir con alguien, ir acompañados en ese camino es lo importante. Aunque también, el camino te irá de bien según el acompañante que escojas en cada trozo de la senda, así que también en ese momento, nos tocará escoger. Pero no os agobiéis nunca, ante todo, las decisiones se toman con calma, y ahí entran todas las decisiones, sean cuales sean y del tipo que sean. Y no esperarlo todo de la vida, es mejor que nos coja por sorpresa tanto lo malo como lo bueno, que esperarlo y que no venga... Sed espontáneos de vez en cuando, pero no abuséis... Y ante todo, !Suerte¡ Os dejo con una canción que sinceramente refleja mucha verdad en su letra...
http://www.youtube.com/watch?v=BalQSlMnqDE
Nuria Ryden Ross Fletcher

sábado, 4 de septiembre de 2010

Estoy orgullosa de ser una niña (:

Supongo que sigo sintiendo, supogo que en realidad me duele...
Es difícil, más duro de lo que pensaba, el hecho de callarselo todo, como si tuviera cinta aislante tapándome la boca.
Cada vez me resulta más difícil vivir aquí, cada vez mis pulmones aguantan menos el aire de esta habitación.
¿Pero qué hago? No puedo defenderme.
Estos pies están muy cansados de andar, pero si me paro será peor y si ando, no sé que pasará.
Puede que sea una inmadura, puede que sea una niña pequeña, pero no sé, me siento bien siendo de esta manera.
Me gusta ir a la calle e ilusionarme persiguiendo una paloma, me gusta ir a la calle, a reirme de todo o de nada, simplemente reirme porque sí. Me gusta correr como una loca, chillar, saltar, gritar, me gusta jugar con niños pequeños.
¿Cual es el problema?
Vivimos en una sociedad en la que todo el mundo se cree mayor y maduro. Sin embargo, ¿de qué nos sirve?
Prefiero ser una maldita niña que una adulta.
Los adultos no sienten la magia en sus almas, están cansados, vacíos, faltos de amor.
Vivimos en una sociedad podrida, con gente podrida. Las risas de los niños es lo único bonito que hay en este mundo. Porque, si veo la sonrisa de un adulto, me decepciona pensar que tengo que crecer. Esos dientes, de tabaco, café, bebida, o esa risa tan falsa. ¿Por qué los adultos eligen la ropa de sus hijos? Los niños saben que les gusta para ponerse, una camiseta de princesas o una camiseta con calaveras. ¿Qué mas da?
Queremos que los niños no sean marginados, ni estén tristes...
¿Por qué los matamos psicológicamente a diario?
Queremos que los pobres niños caminen tristes por las calles tristes, con tristes amigos, tristes mascotas y tristes juguetes. Queremos que lloren en vez de reir. Así... no me extraña que la mayoría acaben suicidándose. Cortarse las venas, ahorcarse, ahogarse en la bañera... ¿Queremos eso en nuestra sociedad? Esto demuestra una vez más, lo cruel que es el ser humano con los demás. No pienso renegarle ni una vez más a nadie porque esto, porque lo otro. La respuesta es siempre, porque sí o porque no. Que os den a todos. Si no os importamos a vosotros, vosotros a nosotros aún menos. Se acabaron las risas inocentes. Ahora sabremos reír con motivo, pero seguiremos siendo unos niños, inocentes e inmaduros. Infantiles. Hasta que seamos libres de estas cárceles. Nos cogeremos de la mano y andaremos juntos, con nuestros pequeños pies en nuestras pequeñas zapatillas. Con nuestras mochilas de preescolar. Y con cereales, galletas de dinosaurios y de chocolate. Con nuestra pelota de los pokemon y todos nuestros cochecitos y nuestras muñecas. Aprendiendo cada día lo maravilloso que es ser un niño pequeño. Donde el dinero no importa. Donde las risas no están justificadas. Donde podamos vivir tranquilos. Donde los niños tienen derecho; derecho a ser libres, derecho a expresar sus ideas, derecho a no ser maltratados. Donde nadie nos diga que hacer o que no hacer. Lo decidiremos nosotros, con nuestra pequeña cabecita. Y si nos equivocamos correremos llorando hasta que divisemos otra idea. Sin adultos, sin madurez, sin razón de ser. Simplemente... Infantiles, como todos fuimos o somos alguna vez...
Os dejo con una canción, que estuvo presente en mi infancia, y que, si no os gusta, es que no encontráis el niño que hay en vosotros...
http://www.youtube.com/v/b7gYadhs6mk

martes, 31 de agosto de 2010

El miedo es una mala compañía...

Bueno, supongo que estos días atrás no he escrito nada porque no me venía lo que nosotros llamamos “inspiración”. Todos sabemos bien lo que es, así que no me pondré a explicarlo, solo deciros, que lo siento. De todos modos, estos días no me encuentro muy bien... ¿Conocéis esa sensación de cansancio físico y mental? Esa sensación te lo quita todo, hasta las ganas de vivir, pero lo primero que te quita es la ilusión. Seguramente os habréis dado cuenta de que muchas veces, estáis ansiosos por ver qué pasa mañana o por ver que os dirá él o ella. Lo sé porque yo también he vivido eso. He vivido la angustia que se siente cuando le dices te quiero a alguien que no sabes si es correspondido, he vivido el miedo a que te abandonen y te dejen completamente sola, pero también he vivido las mariposas en el estómago cuando besas por primera vez o la decepción cuando te das cuenta de que haces algo mal. Sé lo que es sentirse mal cuando haces algo que quieres arreglar y no puedes. Yo también he llorado por gente a la que quería, yo también me he sentido sola más de una vez. Pero, ¿sabéis qué? Cuando lloramos y nos sentimos mal, cuando queremos escondernos del mundo en un agujero negro, cuando nos sentimos solos, cuando queremos morirnos, creemos que no tenemos a nadie, que nadie nos quiere, digo creemos porque siempre hay alguien que está ahí, dándote su mano. Pero de nosotros depende verla o no. De nosotros depende aceptar esa ayuda. Hay veces en que nos convencemos de que no hay nada, porque no queremos ver lo que hay frente a nosotros, pero pienso que eso es miedo, miedo a volver a salir y a volver a fracasar... Lo que no sabemos o no nos damos cuenta es de que este mundo está plagado de personas fracasadas. Todos los humanos que existen son unos fracasados a veces. Todos hemos sido inútiles alguna vez, pero eso no quiere decir, que no lo podamos intentar una vez más. Ser inútil una vez no significa serlo siempre, no significa que no debamos volver a levantarnos, es todo lo contrario, es precisamente para que volváis a hacerlo, para llenaros de valor, para que no tengáis tanto miedo. Y es que... yo sé, que pasaran miles y miles de años y que la raza humana cambiará y seguirá otras modas, pero hay algo que nunca va a cambiar y es que... mientras los humanos sigamos dominados por el miedo nunca vamos a sentirnos llenos, nunca vamos a saber seguir adelante. Yo soy la primera que lo admite, he sido presa del miedo muchísimas veces en mi vida, incluso cuando no tenía que tenerlo. Por eso, no os voy a decir que no tengáis miedo, porque el miedo a veces es buen consejero, pero lo que sí os digo es que no os privéis de nada por miedo. No os calléis por miedo nada que sintáis, sed valientes. Vuestro corazón lo agradecerá. Porque... el miedo es cosa del cerebro, y el cerebro y el corazón a veces no son buenos amigos. A veces os encontraréis confusos cuando vayáis a tomar una decisión, normalmente, hacemos caso al cerebro, pero nunca a nuestro corazón, ¿por qué? ¿miedo? Es por eso que quiero convenceros de que hagáis lo que deseáis sin miedo, y siempre escuchad a vuestro corazón, siempre tendrá algo que deciros que tal vez os sorprenda o tal vez no, pero ante todo, escuchadlo. No lo ignoréis, lo necesitaréis siempre, en toda vuestra vida, así que no le falléis. Por último, me gustaría deciros que hagáis siempre las cosas espontáneas, porque si pensáis no haréis una buena elección, no tomaréis buenas decisiones, pero atentos a un dato, me refiero a decisiones que se deben tomar con el corazón no con el cerebro, es decir, no me refiero a una pregunta de examen o a una entrevista de trabajo. En vuestra vida sois vosotros los que decidís cuando es el cerebro y cuando es el corazón. Vosotros decidís si pensáis o no. Sed inteligentes a veces y otras sed completamente tontos. Lo que no debéis dudar nunca es ser sinceros. Ante todo la verdad, aunque duela... La verdad es lo más importante y valioso que tiene el ser humano, así que sabed apreciarlo. No seáis mentirosos nunca, con nadie, ni siquiera con quien odiáis. La verdad siempre tiene que estar en vuestros ojos, siempre. Que no se os olvide nunca. Sed completamente sinceros y la vida os dará recompensas.
Nuria Ryden Ross Fletcher

sábado, 28 de agosto de 2010

Sintiendome peor a cada minuto que pasa...

Hace poco he tenido que efectuar una elección. Una elección dura y horrible, muy horrible. Había dos flores en el jardín. Dos flores, bellas como ningunas otras. Y cada una preciosa a su manera. Una podía ser tan blanca que irradiaba luz por ella misma y la otra podía ser tan brillante como para iluminar todo el cielo ella solita. Una de ellas, nació antes y no había ninguna otra que la pudiera sustituir, la besé y fue mi compañía mi ser, mi todo, la amaba por encima de todo, más que a nadie. Pero surgió otra... Otra flor, más nueva quizá, la novedad del jardín supongo. Dejé la preciosa flor primeriza  y me acerqué a la otra, era también muy bonita, quizás me atrajo y la quise besar también. Lo hice, dejé la otra flor descansando allá en el otro extremo. Y cuando volví para verla me dí cuenta de que se había marchitado, de que yo había acabado con ella. Y ahora, me sentía culpable, quería arreglar lo que destrocé y ya no puedo. Solo me queda cuidar de la nueva flor, todo lo bien que pueda. Aunque en el fondo desee morir. Pero también me importa la felicidad de la nueva florecilla... La acariciaré hasta gastarme... Aunque eche de menos mi preciosa rosa primeriza..

martes, 24 de agosto de 2010

Que deprimente...

Hoy he pintado mi habitación, no parece nada interesante, pero estaba pensando lo siguiente.
Mi habitación en un principio era rosa clarito (desde hace años, la verdad) y la he pintado de verde aguamarina. Mientras la pintaba, me daba cuenta de que poco a poco estaba tapando el rosa, cada vez más y más, hasta quedarse en la nada. Es como si yo misma me traicionara porque el rosa siempre me acompañó en mi vida, la verdad es que me encantaba ese color (ya no tanto) y ahora es como si lo quisiera olvidar. Como si quisiera borrar parte de mis recuerdos, de mi vida. No es solo el color de la pintura, es cada uno de los arañazos, agujeros y pintadas en ella. Imaginemos por un momento que no es una habitación, ni la pintura que tiene. ¿Y si fueran personas? ¿Y si fueran personas que estuvieron en mi vida? ¿Olvido a todos lentamente? Supongo que a veces las cosas tienen un final trágico, pero suena tan deprimente olvidarlos a todos. Como si fueran la nada, como si nunca hubieran existido, como si fueran la pintura que se tapa de una habitación...

Esto va dedicado a una persona muy especial (:

Se extendía ante mí un hermoso prado de hierba perfectamente tintada de verde, había árboles por todos lados y a la derecha un río de aguas limpias y transparentes. Frente a mí se extendía un escenario con decorados de color plateado. Sobre él tocaba un grupo muy conocido, y además una de sus canciones más famosas. Estaba disfrutando del concierto, cuando pude notar que no estaba sola. A mi izquierda estaba ella, me miraba tiernamente con sus delicados ojos color canela. Su pelo era casi rubio a la tenue luz del sol y su piel, apenas visible, era blanca como la nieve, convertida en un dorado brillante escondido detrás de cada rayo de sol. Sonreía detrás de unos aparatos, hasta el momento nunca me pareció una sonrisa tan bella y tan pura. Su naricita me pareció tan mona y tan perfecta que por un momento me paré a pensar si era un ángel, todo el conjunto era tan perfecto como el de uno, pero yo sabía que no lo era, que estaba en la realidad, en mi realidad. Vivía mi día a día, sentía mis alegrías, mis penas, siempre me comprendió, y allí estaba, junto a mí, como siempre lo estuvo, como ella prometió. Sonriente como nunca, se notaba que se deshizo del miedo y que no importaba en ese momento nada más, solo ella y yo. Ella y yo. El escenario se desvaneció y desapareció entre la oscuridad de unos árboles, convirtiéndose en la nada. Yo seguía allí sentada, en la hierba dorada debido a los reflejos del sol. Ella se tumbó sobre esa hierba y tiró de mí hasta que me caí a su lado. Entonces unos aspersores empezaron a echar agua y nos mojamos enteras, la brisa y el agua estropearon nuestros cabellos y estábamos despeinadas, probablemente teníamos un aspecto tan gracioso que empezamos a reírnos sin parar. Eran de esas carcajadas que nunca olvidas, porque te lo pasas bien de verdad y estaba con ella, con mi regalo más especial. Supongo que era mi momento, el momento para ser feliz, de no preocuparse por nada ni nadie. Solo ella y yo. Nos levantamos y notamos la ligera brisa veraniega que cubría hasta la más escondida hoja de los altos árboles. Recuerdo que me caí y que me hice daño, pero ella me cogió de la mano y me ayudó a levantarme, como siempre hacía. Era todo tan real, tan sincero. Entre ella y yo fluía un sentimiento, algo más que lo que se tienen entre conocidos, amigos, o incluso hermanos. Era un sentimiento especial, nuestro sentimiento, sencillamente perfecto. Siento que la quiero muchísimo, que si fuera un chico, sería mi pareja perfecta, pero ya que es una chica simplemente es mi tesoro más preciado, ella es mi mejor joya, la más valiosa. Y luego, cuando anocheció, vimos la puesta de sol juntas y después contamos cada una de las estrellas que cubrían el azul cielo. Juntas vimos anochecer y juntas vimos amanecer. Juntas...

lunes, 23 de agosto de 2010

Esto me lo he inventado...

Cuando abrí mis ojos, me deslumbraron dos luceros verdes y amarillos, tan grandes y brillantes como el espacio que reservaba en mi corazón para él. Me miraba con una mirada sincera, llena de ternura y cariño. Me desvié un momento de sus ojos para ver dónde me encontraba, estaba en una habitación, pero no era una habitación cualquiera, las paredes eran de un cristal blanco, puro y muy transparente, había solamente dos sillas, también de cristal, pero esta vez de un brillante púrpura acristalado. Yo estaba sentada en una silla y él en la otra, frente a mí. A nuestra derecha se extendía un amplio ventanal, pero demasiado alto como para que yo pudiera ver las vistas desde mi posición. No sabía dónde estaba pero este lugar me resultaba tan familiar y tan cómodo que era como sentirse en casa. Volví a mirarle, observarle era como sentirse en la plenitud, como sentirse totalmente llena. Se me escapó una sonrisa sin querer y él respondió a ella con una de sus risitas que tanto me enloquecían. Sus ojos eran mi perdición, mi locura... eran de ese color amarillo verdoso con destellos castaños que me hacía imaginarme un mundo tras ellos, un mundo tan mágico, tan perfecto, donde nadie pudiera decirnos nada para que no estuviéramos juntos. Levantó la mano y me acarició el pelo hasta dejarme un suave y tímido beso en la coronilla. Bajó la mano, pero su cara se quedó en el mismo sitio, tan cerca que podía notar su aliento en mi piel provocando un cosquilleo. Me miraba fijamente, sin apartar la mirada ni un solo momento. Se acercó un poco más y sus labios se entrechocaron con los míos, buscando desesperados una respuesta por mi parte. No le decepcioné. Entrelacé mi mano derecha a sus cabellos negros y lo acerqué hacia mí, tirando de su camiseta. Aparté mis labios de los suyos y nos fundimos en un tierno abrazo que pareció durar horas y horas. Después se levantó y me mostró su mano para tomarla y que me levantase de la silla. Cuando me levanté me percaté de que el suelo era de hielo y de que hacía mucho más frío del que pensaba. Empecé a temblar de frío y él me agarró fuerte de la cintura, para transmitirme calor, su calor. Nos acercamos a la ventana. El paisaje era totalmente escalofriante. Todo estaba cubierto de blanco hielo y había personas que estaban congeladas. Destacaban dos bloques de hielo, pude distinguirla a ella, congelada, y también al otro chico, de pelo castaño y revuelto. Se me deslizó una lágrima sobre la mejilla, la lágrima se cristalizó y pasó a ser hielo. Él me miró y pasó la yema de sus dedos por mi lágrima convirtiéndola de nuevo en líquido transparente y después secándola.
-No te preocupes, no tengas miedo, estoy yo aquí contigo, no te voy a dejar sola nunca.
Le miré y de nuevo noté su respiración en mi cuello, posando sus labios en él. Mi piel se erizó a su paso. Levantó un poco la cabeza y yo le besé la mejilla helada, giró un poco más el cuello y pasé a besarle los labios de nuevo. Estaba encerrada en mi paraíso particular pero por alguna razón no dejaba de pensar en el otro chico, el que estaba hecho un bloque de hielo, el de pelo castaño y revuelto. Me interrumpió un estruendoso ruido, el de hielo rompiéndose. El chico congelado había logrado salir de su prisión helada y miraba furioso hacia nuestra ventana. Le miraba a él. Con odio, con superioridad. Se acercó y empezó a insultarle. Él se alejó de mí para darle un puñetazo en el ojo al chico helado. Yo volvía a temblar de frío, pero esta vez nadie me apretó contra su cuerpo, mis manos se volvieron más y más frías hasta estar duras y blancas, me estaba congelando y ellos estaban peleándose sin percatarse de mi presencia. Supongo que perdí la conciencia, que el hielo enfrió mi corazón y que pasé a ser otro de los muchos bloques de hielo que allí había. La única imagen que reservo es la de ellos, tan hermosos incluso estando en un momento de enfado, y sus rostros, helados, blancos, pero sencillamente perfectos...
Al rato abrí los ojos, estaba descongelada de nuevo. De nuevo mi corazón latía, aunque a una velocidad demasiado alta. Alguien me daba su calor. Yo estaba tumbada de lado en el frío suelo medio descongelado y alguien me abrazada a mis espaldas. No era el calor de él, era otro calor, el de otra persona. Me giré y pude saber quien era. Era el chico de cabello castaño, el helado, nunca antes me pareció tan bello, pero verlo de cerca me aturdía. Abrí la boca para decirle algo, pero me posó su dedo sobre mis labios para que callase.
-Tu silencio es lo más valioso ahora mismo, por favor, no lo estropees.
Callé y me quedé mirándole... Mirándole, hasta que el amanecer llegase, hasta que anocheciese de nuevo, a su lado...
Nuria Ryden Ross Fletcher

domingo, 22 de agosto de 2010

Una red de caminos...

Supongo que me equivoqué, quizás tomé decisiones demasiado a la ligera y cometí un error. Pero todo el mundo se equivoca, ¿verdad? Quizás deba cambiar un poco mi forma de ser. Quiero intentarlo, quiero que sean nuevos tiempos, cambios, pero yo sola no puedo, lo malo es que nadie quiere ni puede ayudarme. ¿Lo tengo que hacer yo sola? Al menos esta vez será diferente porque no tengo miedo, y podré caminar sin tener miedo todo el rato en la larga trayectoria que me espera. Sé que al final de cada camino está la llave, solo queda saber en qué puerta encaja y abrir esa puerta. Esperando que tras ella se abra un nuevo camino, lleno de cambios, de incertidumbres, pero eso sí, nada de miedo. ¿Sabéis? Siempre he pensado que la vida se asemeja a una red de caminos, tú estas en tu camino, escoges según crees que es lo mejor. Unas veces te encontrarás con lo que querías y serás feliz, otras veces te das cuenta de que te equivocaste de camino, pero eso se puede arreglar en el siguiente desvío y no debes preocuparte. Yo me equivoqué y en vez de buscar solución me quedé sentada en el camino equivocado. Así que esta vez si me equivoco sabré seguir caminando hasta encontrar la solución. En fin, eso es lo que quería deciros. Debéis tener valentía y no pasar miedo, seguir adelante. !Suerte¡
Nuria Ryden Ross Fletcher

sábado, 21 de agosto de 2010

Después viene la calma...

Sé que antes he parecido un pelín depresiva, sí, lo estaba. Pero en fin, me disculpo y quiero confesaros que me he animado un poco con esta canción, escuchadla con la traducción. Es sencillamente una de las mejores que he escuchado...
http://www.youtube.com/watch?v=AaEzkIyBVRY
Disfrutad (:
Nuria Ryden Ross Fletcher

Así es como me siento hoy...

Hoy estoy en uno de esos momentos en que ya no puedes tirar más con tu vida y prefieres mandarlos a todos a la mierda o bien mandarte tú mismo a ella. Y es que no entiendo el porqué de todo lo que está pasando. Unos se marchan y descubres extrañas conexiones que no quieres saber de donde vienen. Os seré sincera, hoy es de esos días en los que me suicidaría, porque sinceramente parece que no me queda ya nada por lo que vivir. Pero no lo haré claramente porque prefiero esperar, tal vez vuelva a ser feliz, pero si el dolor se apodera de mí para siempre, acabaré con él por medio del suicidio. No es lo mejor, ni sensato siquiera, pero ¿qué más da? A nadie le importa y a mí tampoco. No creáis que tomo decisiones espóntáneas, es que no parece que a nadie le importe lo más mínimo. Dicen cosas que me hacen daño, me clavan puñales y sinceramente prefiero no sufrir más. Sé que esto parece un confesionario, por así decirlo, pero es que necesito una vía de escape a lo que siento, aún así que sepáis que me callo muchas cosas. Solo os cuento lo superficial. Pero me quedo algo mejor. Bueno, centrándome en el tema, como os iba diciendo estoy harta de todo. De llorar siempre por los mismos/as. Porque siempre son los mismos los que me hacen ese daño. Es daño psicológico, no penséis en lo físico en ningún momento, eso tenedlo por seguro. Pero siempre he pensado que el dolor psicológico duele más que el físico. Si sabéis de lo que hablo me entenderéis y si no lo sabéis, algún día lo veréis con vuestros propios ojos. Supongo que por desgracia todos vivimos esta sensación alguna vez. Simplmente a unos les duele más y a otros menos. Unos siguen adelante y otros se ahogan. Y así es la historia de la vida del ser humano. Nos espera esto, chicos. Pero no os pongáis tristes ni os decepcionéis, porque algunas veces merecerá la pena (y mucho) pero otras veces sufriréis quizá por lo mismo que lo que os hizo feliz en otra ocasión. Pensad por ejemplo en un campo. Sí, un prado, con la hierba perfectamente tintada en un color verde y con flores, flores de todos los colores, amarillas, rosas, azules, etc.. Pues bien, esa es nuestra vida, se trata de cuidar las flores lo mejor que puedas. Unos no saben y pierden algunas flores en el intento pero al final aprenden y se les da genial, otros no tienen ni un fallo ni lo tendrán, seguirán con su prado perfecto. Y luego están otros que no saben y que lo intentan y al final, les cuesta tanto que prefieren dejarlo que se pudra. Pensad que el prado es el corazón y cada una de las flores es cada una de esas personas que está contigo. Pues bien mi vida más bien es el tercero. He de decir que a veces nace una solitaria florecilla pero cuando ve que esta sola huye de ese prado, muriendo. No sé si con este sencillo ejemplo entendéis lo que siento. Espero que así sea, y sino lo siento, no creo que lo pueda explicar mejor. Bueno, con esto me despido, siento haber escrito una entrada tan "depresiva" pero era lo que hoy necesitaba. Hasta la próxima.
Nuria Ryden Ross Fletcher

viernes, 20 de agosto de 2010

Vivo en una película...

Me pregunto si todos vivimos en una constante repetición, si todo lo que hacemos lo haremos de nuevo, si todo lo que sentimos lo sentiremos de nuevo. Es que me siento como si viviese en una maldita película que cuando acaba vuelve a empezar. Entonces, ¿Qué me espera? ¿Ser feliz, deprimirme, volver a ser feliz y volver a deprimirme? Por eso últimamente estaba pensando en buscar alguna forma de darle a "stop". Porque yo, sinceramente, no quiero vivir en una repetición, acaba cansando a cualquiera. Y lo sé porque con todos mis amigos pasó lo mismo, y temo ahora que pase igual y vuelva a sentir el mismo dolor, derrame las mismas lágrimas y todo sea igual. La única diferencia es porque ahora esta él, ya sabéis a que me refiero, supongo... Pero, siendo la única novedad, ¿Me tocará lo mismo que con todos? De repente no me hablará, como pasó con los demás. Y es que me doy cuenta que aún a pesar de que se olviden de mí, yo les sigo queriendo. ¿Que me espera, vivir así? La verdad que esta vida me cansa un poco. Me doy cuenta de que cuando estoy feliz, los demás están tristes y cuando yo estoy triste los demás estan felices. Y cuando estoy feliz, siempre hay algo que me estrpopea esa felicidad durante el día. Y así casi siempre estoy deprimida, a veces sin razón, supongo que la costumbre... Os contaré una cosa que solamente una persona la sabe, y es que hablo conmigo misma... Creeréis que estoy loca, pero no, lo digo en serio... Cuando me siento frente a un espejo supongo que al verme reflejada es como si hablara con otra persona, pero escucho la voz, mi voz, hablándome y muchas veces he sabido que hacer en cada momento gracias a eso. Pero últimamente lo intentaba y no servía de nada, supongo que conforme voy avanzando en esta "película", el tiempo la va corrompiendo hasta que ya apenas funcionará y supongo que costará más trabajo aún superar cada escaloncito. He de reconocer que más de una vez pensé en el suicidio en una de esas épocas de dolor, pero ahora creo que aunque mi vida se pueda convertir en una pesadilla, siempre hay algo que merece la pena y aunque no lo hubiera, prefiero no quitarme la vida. Siempre merece la pena estar atenta a lo que pueda pasar, ¿no creeis? Además, muchas veces queremos morir y acabar con nuestra vida por personas que nos joden, ¿Por qué irnos si les podemos joder nosotros? Bueno, os dejo con eso rondando en la cabeza. Porque supongo que alguno pensará eso. Otros no, pero alguna vez lo pensaréis y notaréis esa sensación. Para entonces, pensad que no merece la pena, ¿vale?
Nuria Ryden Ross Fletcher

jueves, 19 de agosto de 2010

Sed vosotros mismos y no dejéis que nadie os desprecie.

Hoy me he sentido de todas las maneras posibles que hay. He estado feliz, confusa, triste, deprimida, etc.. He sentido el dolor y la comodidad. La  timidez y también la locura. Después de todo, supongo que todas las sensaciones se fijan en un solo punto, y a veces provienen del mismo sitio todas. Con esto me quiero referir por ejemplo a que con una persona podemos sentir odio o amor. O a veces las dos cosas a la vez o en tiempos distintos. Puede que tengamos un amigo/a al que queramos mucho y al día siguiente nos hace una jugada y empezamos a odiarle, pero aún así nos queda algo de ese amor que le tuvimos en su día. A mí me ha pasado, y ya más de una vez, que quieres mucho a una persona, ya sea tu amigo o tu pareja, y esa persona te falla o te hace daño constantemente, y aunque eso ya esta mal, lo peor es arrastrarse y quererles tanto que sigues ahí a pesar de todo. Si haces eso acabas destruido psicológicamente. Acabas por darte cuenta de que en verdad no te quieren como tú a ellos, por esto os digo que mejor no confiar en todo el mundo, ni ir detrás de nadie y mucho menos depender de esa persona. Os lo digo por experiencia, porque cuando pasa eso y te das cuenta de todo te dan ganas de morir y esa no es una sensación fácil de quitar. Solamente pensad un poco en vosotros de vez en cuando y no dejéis que nadie juegue con vuestros sentimientos. Haceros daño no os conviene. A esas personas que os fallan es mejor cortar por lo sano la relación, aunque duela. Yo sé que puede haber personas ahora mismo que me lean y piensen, "no es tan fácil" o "pero si es que yo sin él/ella no soy nada". Vale, a mí también me pasó eso e hice un esfuerzo. Haced lo mismo vosotros. Bueno, acabo ya, porque esto parece un blog educativo y no quería que lo fuese. Prometo que la próxima entrada será mejor.
Nuria Ryden Ross Fletcher

Odio las presentaciones...

Bueno, como bien dice el título, odio las presentaciones. Aunque siempre viene bien conocerse antes de nada. En este blog, pienso explicar un poco la forma de ser de la gente y sus actuaciones ante los problemas e incluso, a veces, mis opiniones propias sobre esas personas. Ante todo, no soy una de esas que solo quiere criticar a los demás, por el simple hecho de que yo no soy así. Solo quiero haceros visualizar la vida como la suelo ver yo día a día. Quiero que cuando me leáis imaginéis lo que siento en cada momento. Creo que en ese aspecto sé explicarme bastante bien, así que espero no tener problemas. También quiero que veáis la manera en la que el tiempo desaparece algunas veces y otras, cuentas cada segundo. En fin, solo me queda una cosa más que añadir y es que si veis que no os interesa, simplemente pasad del tema sin dejar estupideces en comentarios, porque sinceramente, no me importa lo que me podáis decir para insultarme. Así que perdéis el tiempo. A los demás, espero que os guste.
Nuria Ryden Ross Fletcher.